domingo, 7 de marzo de 2010

Estados Unidos: Las centrales nucleares resurgen de las cenizas

El desarrollo de la energía nuclear en Estados Unidos tuvo tres décadas de retraso. Desde el accidente de Three Mile Island, en Pennsylvania, el 28 de marzo de 1979, cuya central sufrió la fusión parcial del núcleo de uno de sus reactores, en esta nación no se construyeron nuevas centrales atómicas.

Hace pocas semanas, el presidente Barack Obama anunció que destinará US$ 8,000 millones para la construcción de una nueva central nuclear en Georgia, la primera en 30 años, bajo el argumento de que su país precisa “construir una nueva generación de centrales nucleares seguras y limpias”.

En la actualidad, el país cuenta con 104 centrales nucleares en funcionamiento, las que generan el 20 por ciento de la demanda eléctrica.

Se estima que para conservar ese porcentaje, Estados Unidos tendría que construir 35 nuevos reactores. La más reciente, la de Seebrook, en New Hampshire, entró en servicio en 1990. Su terminación se tardó 13 años.

En el mundo hay 439 reactores en operación y 56 en construcción, 21 de los cuales están en China. Países como Japón, Francia, España y Estados Unidos dependen de la energía nuclear para suplir parte de su demanda energética.

En Francia suple el 76 por ciento; en Japón, el 45 por ciento; en España, el 21 por ciento, y en Estados Unidos, el 20 por ciento.

Si bien esta tecnología no emite gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (C02), genera residuos radioactivos que hay que albergar en depósitos aislados y controlados durante largo tiempo.

Riesgos en su utilización

Las centrales nucleares son instalaciones industriales de generación de energía eléctrica a partir de combustibles como uranio o plutonio, que proporcionan calor mediante reacciones nucleares.

Constan de uno o varios reactores, llamados también vasijas.

Las características de la reacción nuclear hacen que pueda resultar peligrosa si se pierde su control y se producen escapes de radiación.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Agencia para la Energía Nuclear (AEN) crearon la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES) para clasificar los incidentes y accidentes nucleares. Cero (0) es cuando el incidente no arriesga la seguridad, siendo siete (7) el nivel más grave.

Por ejemplo, el accidente de Chernobyl alcanzó el nivel máximo.

La cantidad liberada de material radiactivo se estimó en 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica arrojada en Hiroshima, Japón, en 1945. Originó directamente la muerte de 31 personas y la evacuación de 135,000. La radiación se detectó, además de Ucrania, en diversos países de Europa septentrional y central.

Cementerios nucleares

Por su peligrosidad, los desechos se almacenan en construcciones de alta seguridad para evitar la exposición de las radiaciones. Algunos gobiernos han construido instalaciones únicas, llamadas Almacenes Temporales Centralizados (ATC), para una mejor gestión de este material radiactivo. Entre esos países están Suecia, Alemania, Holanda, Suiza, Francia y Reino Unido.

Por ejemplo, en el cementerio nuclear de Borssele, Holanda, depositan los desperdicios que genera la central nuclear localizada en esta ciudad y los que producen otros dos reactores experimentales, así como los de la central de Dodewaard, en proceso de desmantelamiento.

En España, donde operan nueve centrales nucleares, el gobierno ha propuesto la construcción de uno de estos almacenes centralizados como parte del Plan General de Residuos Radioactivos.

La instalación propuesta gestionaría 7,000 toneladas de combustible de las centrales nucleares españolas, los residuos de actividades procedentes del reprocesado de combustibles y unos 1,900 metros cúbicos de residuos de desmantelamiento de instalaciones nucleares, que por sus características no pueden gestionarse.

Organizaciones de ecologistas se han opuesto a la instalación de estos ATC sin que exista un calendario de cierre de las centrales nucleares, considerando que se trata de una solución temporal para gestionar los residuos radiactivos de alta actividad.

“Toda gestión responsable de estos residuos pasa necesariamente por detener su producción, con un calendario de cierre, progresivo pero urgente, de las centrales nucleares”, sostienen en un comunicado Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y Will Web for Food (WWFF).

Consideran que la energía nuclear se constituye en el mayor obstáculo para el aprovechamiento de las renovables y limpias.

Nueva generación de plantas nucleares

Los gobiernos de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Rusia y China, quienes participan en el consorcio Foro Internacional Generación IV (GIF), creado en el 2000, desarrollan investigaciones para la reutilización del desecho radiactivo en la generación de energía nuclear, reduciendo la emisión de residuos.

En ese tenor, desarrollan una nueva tecnología llamada Generación IV, la que no estaría disponible comercialmente antes del 2030.


A pesar de que Estados Unidos tiene 30 años sin construir nuevas centrales nucleares, cuenta con 104 reactores y es el país con mayor cantidad de centrales nucleares.

En América Latina, países como Argentina, Brasil, Cuba y México han construido centrales atómicas.

Francia dispone de 23 centrales nucleares y 59 reactores.

En España operan nueve centrales; en Reino Unido, 19 reactores nucleares; en Suecia, 10; en Suiza, 5, y en Alemania, 17. Este último país se ha comprometido a cerrar todas sus centrales nucleares para el año 2020. En Canadá hay dos plantas, y en Sudáfrica, una.

También hay centrales nucleares en Japón, Corea del Sur, China, Taiwán, Filipinas, Irán, Pakistán, India, Rusia, Kazajstán, Armenia y otros.


Tomado de Listín Diario de Republica Dominicana.

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