En el año 2000, la Consejería de Medio Ambiente puso en marcha un plan para identificar aquellos tramos de tendidos eléctricos más peligrosos para la avifauna, y en 2002 se estableció un primer convenio de colaboración con Endesa Distribución para llevar a cabo las primeras correcciones de los mismos. Ayer, el Gobierno de Aragón ofreció estos datos en un comunicado de prensa, con motivo de la visita del consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, y el director general de Endesa en Aragón, Jaime Gros, a las actuaciones de adecuación de tendidos eléctricos en el entorno de la Laguna de Gallocanta ejecutadas por la empresa para acondicionar unos tendidos que afectaban al paso natural de grullas y avutardas, dos de las especies emblemáticas que habitan en este humedal incluido en el Convenio Ramsar.
En la nota, el GA explica que desde el año 2002, en Aragón se han invertido un total de 3,5 millones de euros en actuaciones de adecuación de tendidos para proteger la avifauna. En este periodo se han acondicionado 509 kilómetros de tendidos, en concreto en 124 líneas eléctricas. Estas actuaciones han implicado la corrección de 1.837 apoyos y la señalización de 287 líneas para evitar la colisión de aves.
El acondicionamiento de tendidos puede consistir directamente en el soterramiento de los cables o en la señalización de tendidos eléctricos para evitar o reducir la colisión de aves mediante la instalación de salvapájaros -tiras de neopreno en forma de equis o dispositivos en forma de espiral que se montan en el cable y ayudan a las aves a ver los tendidos-.
Otro tipo de medidas van encaminadas a mitigar las electrocuciones mediante el aislamiento de elementos en zonas de posada en los armados, supresión de elementos de tensión de la cabecera de los apoyos o mediante nuevas soluciones constructivas en las instalaciones eléctricas aéreas en las que se reducen estos elementos de tensión.
El Ejecutivo aragonés confirma que los accidentes en tendidos eléctricos son una de las principales causas de mortalidad no natural en algunas de las especies amenazadas de mayor valor ecológico como el quebrantahuesos, el águila-azor perdicera, águila real, búho real, halcón peregrino o la avutarda. También pueden causar heridas en aves por colisión o electrocución cuando se posan en los postes o apoyos.
Tomado del Diario del Alto Aragón de España.
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