El plan hasta 2022 será una de las políticas de Estado que pretende dejar el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, a sus sucesores, mediante una propuesta coordinada por el Ministerio de Asuntos Estratégicos, según publicó el diario O Estado de Sao Paulo.
La cartera ministerial realizará esta semana una reunión para abordar el asunto, de acuerdo con el periódico paulistano.
La capacidad tecnológica propia para enriquecer uranio con fines energéticos y la abundancia de materia prima, con 310.000 toneladas en sus reservas, soportan el proyecto, según declaró el ministro de Asuntos Estratégicos, Samuel Pinheiro Guimaraes.
En la actualidad Brasil tiene tres usinas para el tratamiento nuclear y con la proyección de seis unidades más, las reservas de uranio se reducirán sólo a 180.000 toneladas, pues la capacidad de nueve plantas consumiría 130.000 toneladas, sin contar con nuevos descubrimientos para extracción.
La intención es conseguir la autosuficiencia en 2014, para dejar de enriquecer parte del uranio en el exterior, pero Brasil no descarta convertirse en exportador.
El Consejo Nacional de Energía Nuclear (CNEN) calcula que para tener ocho térmicas en funcionamiento el país necesitará invertir hasta 4.000 millones de reales (unos 2.185 millones de reales) en el programa, además de 7.000 millones más (unos 3.825 millones de dólares) por cada planta instalada.
Tomado del diario ABC de España.
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