Apenas tiene un promedio de 1,5 horas diarias de energía solar al 100%. Pero ni esa limitación natural es un impedimento para que Alemania sea hoy el país número uno en aprovechar este recurso natural para generar electricidad. Por la capacidad instalada y la producción de paneles solares, además de la tecnología de última generación, los alemanes son los pioneros en convertir a los rayos solares en grandes aliados a favor del planeta.
En ese mismo circuito están países como España y otros de la Unión Europea, al igual que Estados Unidos. Los españoles se valen de la fuerza del viento para la generación eléctrica.
Aparte de ser inofensivas para la Tierra, resultan fuentes inagotables, en especial la energía solar. La revista National Geographic, en su edición de septiembre 2009, reportó que el planeta está bañado por una energía equivalente a 6000 veces la actual capacidad eléctrica mundial.
Hoy la necesidad eléctrica total en el planeta es de 16 teravatios (un teravatio equivale a un billón de vatios). Y se calcula que la luz del sol en la parte sólida de la Tierra equivale a 120 000 teravatios (TWh). Por eso es que grandes canchones de espejos o paneles solares se multiplican cada vez más en el mundo. Igual ocurre con los extensos bosques de torres de hasta 100 metros de altura y provistos de grandes aspas, que son movidas por la fuerza del viento.
La Asociación Mundial de Energía Eólica reportó que en 2008 las turbinas eólicas instaladas alrededor del mundo generaban 260 TWh por año, superando el 1,5% del consumo eléctrico global. Incluso el sector eólico se transformó en un generador global de empleo con 440000 puestos de trabajo.
Con un 20% de energía eólica sobre el suministro total de electricidad, Dinamarca es un país líder en este tipo de generación en el mundo. En cambio, EE.UU. y China lideraron en 2008 las ventas de turbinas eólicas con un 50,8 % del total. Así va creciendo esta nueva tendencia de energías alternativas, que ayudan a suplir el uso de combustibles fósiles en la generación de electricidad y a evitar el dióxido de carbono, uno de los gases con mayor responsabilidad en las alteraciones extremas del clima.
Según el alemán Alexander de Saxe, quien visitó Ecuador para ofertar los productos fotovoltaicos, su país inició esta carrera hace 15 años. Tal es el avance que -de acuerdo con National Geographic- en 2006, Alemania generó 2 220 gigawats/hora, frente a los 565 de EE.UU., 125 de España y 105 de China.
El Estado alemán incluso incentiva a las propuestas individuales como aquellas de instalar paneles solares en los techos de las casas. Carlos Jácome, especialista ecuatoriano en energías renovables, dice que en un futuro cercano, a causa del calentamiento global, la mayoría de países apostará por estas energías.
Ya lo anunciaron Suecia, Noruega y Nueva Zelanda. Los suecos, por ejemplo, se impusieron la meta de cero combustibles fósiles (petróleo, carbón) en la cobertura de sus necesidades energéticas a partir del año 2020.
De Saxe advierte que China -en unos cinco años- se convertirá en el nuevo líder en cuanto a generación fotovoltaica. Además, para 2030 ese país espera que el porcentaje de energía renovable aumente a un 20% del total de la energía nacional.
Latinoamérica está rezagada en este campo. Aún se aferra a la dependencia petrolera y de carbón, con Brasil como una excepción que también da fuerza a la producción de biocombustibles.
La explicación -según Jácome- son los altos costos que imposibilitan encaminar iniciativas particulares o desde el Estado.
Por cada centímetro cuadrado de paneles solares se requiere invertir USD 10000.
Las nuevas alternativas en generación
Energía eólica. Se aprovechan la fuerza y las corrientes de viento para mover las grandes aspas de gigantes aerogeneradores y producir energía eléctrica. Sus inconvenientes son la intermitencia del viento y el peligro que constituyen sus aspas para aves y murciélagos.
Energía de biomasa. La biomasa incluye a la madera, a las cosechas y a sus residuos, a la basura y al abono animal. Estos materiales se queman mediante un digestor para obtener el gas metano o biogás. Uno de los propósitos es hacer girar las turbinas y obtener electricidad a bajo costo y sin contaminar.
Energía solar. La radiación solar es transformada en electricidad (solar fotovoltaica, a través de paneles o recolectores fotovoltaicos) o en calor (solar térmica). El calor, a su vez, se utiliza para producir vapor y generar electricidad. En Europa hay varias iniciativas.
Energía geotérmica. Se obtiene al aprovechar el calor que emana de la profundidad de la Tierra. El vapor de los yacimientos es conducido por tuberías y al centrifugarse se obtiene una mezcla de agua y vapor seco, el cual es utilizado para activar las turbinas que producen electricidad.
Tomado del diario El Comercio de Ecuador.
En ese mismo circuito están países como España y otros de la Unión Europea, al igual que Estados Unidos. Los españoles se valen de la fuerza del viento para la generación eléctrica.
Aparte de ser inofensivas para la Tierra, resultan fuentes inagotables, en especial la energía solar. La revista National Geographic, en su edición de septiembre 2009, reportó que el planeta está bañado por una energía equivalente a 6000 veces la actual capacidad eléctrica mundial.
Hoy la necesidad eléctrica total en el planeta es de 16 teravatios (un teravatio equivale a un billón de vatios). Y se calcula que la luz del sol en la parte sólida de la Tierra equivale a 120 000 teravatios (TWh). Por eso es que grandes canchones de espejos o paneles solares se multiplican cada vez más en el mundo. Igual ocurre con los extensos bosques de torres de hasta 100 metros de altura y provistos de grandes aspas, que son movidas por la fuerza del viento.
La Asociación Mundial de Energía Eólica reportó que en 2008 las turbinas eólicas instaladas alrededor del mundo generaban 260 TWh por año, superando el 1,5% del consumo eléctrico global. Incluso el sector eólico se transformó en un generador global de empleo con 440000 puestos de trabajo.
Con un 20% de energía eólica sobre el suministro total de electricidad, Dinamarca es un país líder en este tipo de generación en el mundo. En cambio, EE.UU. y China lideraron en 2008 las ventas de turbinas eólicas con un 50,8 % del total. Así va creciendo esta nueva tendencia de energías alternativas, que ayudan a suplir el uso de combustibles fósiles en la generación de electricidad y a evitar el dióxido de carbono, uno de los gases con mayor responsabilidad en las alteraciones extremas del clima.
Según el alemán Alexander de Saxe, quien visitó Ecuador para ofertar los productos fotovoltaicos, su país inició esta carrera hace 15 años. Tal es el avance que -de acuerdo con National Geographic- en 2006, Alemania generó 2 220 gigawats/hora, frente a los 565 de EE.UU., 125 de España y 105 de China.
El Estado alemán incluso incentiva a las propuestas individuales como aquellas de instalar paneles solares en los techos de las casas. Carlos Jácome, especialista ecuatoriano en energías renovables, dice que en un futuro cercano, a causa del calentamiento global, la mayoría de países apostará por estas energías.
Ya lo anunciaron Suecia, Noruega y Nueva Zelanda. Los suecos, por ejemplo, se impusieron la meta de cero combustibles fósiles (petróleo, carbón) en la cobertura de sus necesidades energéticas a partir del año 2020.
De Saxe advierte que China -en unos cinco años- se convertirá en el nuevo líder en cuanto a generación fotovoltaica. Además, para 2030 ese país espera que el porcentaje de energía renovable aumente a un 20% del total de la energía nacional.
Latinoamérica está rezagada en este campo. Aún se aferra a la dependencia petrolera y de carbón, con Brasil como una excepción que también da fuerza a la producción de biocombustibles.
La explicación -según Jácome- son los altos costos que imposibilitan encaminar iniciativas particulares o desde el Estado.
Por cada centímetro cuadrado de paneles solares se requiere invertir USD 10000.
Las nuevas alternativas en generación
Energía eólica. Se aprovechan la fuerza y las corrientes de viento para mover las grandes aspas de gigantes aerogeneradores y producir energía eléctrica. Sus inconvenientes son la intermitencia del viento y el peligro que constituyen sus aspas para aves y murciélagos.
Energía de biomasa. La biomasa incluye a la madera, a las cosechas y a sus residuos, a la basura y al abono animal. Estos materiales se queman mediante un digestor para obtener el gas metano o biogás. Uno de los propósitos es hacer girar las turbinas y obtener electricidad a bajo costo y sin contaminar.
Energía solar. La radiación solar es transformada en electricidad (solar fotovoltaica, a través de paneles o recolectores fotovoltaicos) o en calor (solar térmica). El calor, a su vez, se utiliza para producir vapor y generar electricidad. En Europa hay varias iniciativas.
Energía geotérmica. Se obtiene al aprovechar el calor que emana de la profundidad de la Tierra. El vapor de los yacimientos es conducido por tuberías y al centrifugarse se obtiene una mezcla de agua y vapor seco, el cual es utilizado para activar las turbinas que producen electricidad.
Tomado del diario El Comercio de Ecuador.
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