La capital podría enfrentar problemas de distribución. Las líneas troncales y las viejas subestaciones no podrán soportar la oferta en ciernes planteada por el Ejecutivo.
De incorporarse los 5.000 megavatios en capacidad de generación eléctrica que ha prometido el Gobierno para este año, será casi imposible canalizarlos al sistema en su totalidad.
El ex director de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis), Miguel Lara, quien duda de la factibilidad de la oferta gubernamental, asegura que los sistemas de transmisión y distribución no están preparados para enfrentar la adhesión de esta cantidad de megavatios.
Explica que el problema de generación eléctrica puede resolverse en mucho menos tiempo que las fallas referentes al sistema de transmisión y distribución. A su juicio, estas tres áreas no lucen acompasadas.
Lara comenta que cuando se incorporan obras de envergadura, que aportan nueva generación al sistema, deben hacerse los estudios correspondientes para saber cuál será el impacto que tendrán sobre el equipo de transmisión y distribución que soportará la nueva carga.
El técnico sostiene que de no hacerse las evaluaciones se corre el riesgo de que se dañen los nuevos equipos, además de desestabilizar al sistema, al punto de sacarlo de operación.
Este dúo de la tríada -generación, transmisión y distribución- requiere permisos de paso, lugares para nuevas subestaciones, la recuperación de aquellos que fueron invadidos, todos factores que resultan engorrosos y que retardan las posibilidades de expandir la líneas troncales.
Las líneas de transmisión y distribución están caducas. Se habla de que hacia finales de los años 80 más de 97% de la población estaba asistida eléctricamente. Sin embargo, el crecimiento poblacional y económico dio paso a un ciclo de elevada demanda energética en la década siguiente. Entre 2005 y 2007 el aumento estuvo en torno a 7% y 8%, y las líneas permanecían inalterables.
Resalta Lara que no hubo planificación en el sector eléctrico, y no se acometieron ni siquiera las obras elementales de mantenimiento. El consumo creciente de electricidad obligaba a incorporar cerca de 1.000 megavatios de capacidad instalada interanualmente y no se hizo. Hoy se estima que ya ese requerimiento está en el orden de 1.300 megavatios.
La oferta de energía eléctrica fue mermando al punto que para 2009 se obtuvo una cifra récord de demanda que se colocó en 17.337 megavatios, mientras que las posibilidades del sistema sólo alcanzaban 16.149 megavatios de generación disponible.
Caracas, una de las pocas ciudades con respaldo eléctrico, podría según Miguel Lara, comenzar a presentar problemas de distribución entre 2011 y 2014, básicamente en la zona de El Silencio y todo lo que es el centro de la ciudad.
Destaca que la demanda en la capital no ha crecido de manera sustantiva. Pese a ello se impondrá un racionamiento futuro, no por falta de generación sino por el deterioro de las líneas de distribución.
Sucede, según el experto, que por la imposibilidad de que estas ampliaciones en transmisión y distribución se puedan hacer con celeridad, es imperioso que se elabore una auditoría de todo el complejo de redes, para definir las prioridades e iniciar un plan agresivo de expansión.
Tomado del portal El Mundo de Venezuela.
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