jueves, 29 de abril de 2010

España: El sol avanza a ciegas en la red eléctrica

Pocos mercados son tan precisos y a la vez tan volátiles como el de la electricidad. Entre ambos extremos debe bailar cada día Red Eléctrica de España (REE), el organismo que vela por que ni por un segundo, ni siquiera por un milisegundo, falte electricidad en la red nacional. Eso, a sabiendas de que la energía eléctrica no puede almacenarse. La oferta y la demanda se hace en tiempo real, cada día.

En una isla energética como es España, pendiente de levantar una nueva conexión con Francia en el año 2014, se necesita un control y un seguimiento exhaustivos de la oferta y de la demanda de electricidad. Esa es la función del centro de control eléctrico de Red Eléctrica, una impresionante instalación de mando desde donde se dan instrucciones del sistema de producción y transporte para garantizar la seguridad y calidad del suministro.

Desde esta gigantesca pecera se programa la producción y los intercambios de electricidad con los sistemas de Portugal, Francia y Marruecos para hacer frente a la demanda y a una posible falta de disponibilidad de los generadores.

Hasta ahí la energía eléctrica que se obtiene de fuentes tradicionales. Pero ¿y las renovables? Ningún otro país dispone de un equivalente desde donde puedan seguirse las variaciones del viento y del sol. En España, fue la necesidad la que hizo un hueco al ingenio, precisamente por el aislamiento que sufre la red.

Red Eléctrica inauguró en 2006 el centro de control de régimen especial, el único del mundo que gestiona y controla la generación de todos los productores de energías renovables instalados en España.

Así, todos los parques eólicos instalados en España de más de 10 MW están conectados a este centro de control. Desde un enorme panel conectado a ordenadores, los operadores también realizan el seguimiento de la solar térmica. A diferencia del centro de control del mercado convencional, el de las renovables muestra una curva menos precisa de datos cruzados entre la situación real del mercado y la que sería idónea. La razón es el recurso. Resulta muy complicado, por no decir imposible, prever cuándo soplará el viento y dónde lo hará con mayor o menor intensidad.

Por ello resulta muy complejo hacer previsiones, salvo contadas excepciones como un temporal, en el que se dará orden de parar los molinos para no crear un exceso de demanda y colapsar la red, que podría producir un apagón.

Igual pasa con el sol, aunque en menor medida. Las previsiones meteorológicas suelen acertar. Sin embargo, en el panel de control se echa de menos el seguimiento de la fotovoltaica.

El mapa de España que registra sus variaciones aparece con grandes manchurrones de colores diferentes. Aquí está el principal escollo al que se enfrenta ahora Red Eléctrica, que "sigue a ciegas" la aportación de la fotovoltaica al consumo de energía eléctrica, explican desde el organismo.

"La fotovoltaica está conectada a la red a través de las compañías eléctricas, por lo que Red Eléctrica no sabe cuánta electricidad podrá verter a la red", explican desde la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF).

Ahora, el Ministerio de Industria trabaja en la elaboración de un real decreto que imponga a las instalaciones de solar fotovoltaica conectarse a Red Eléctrica.

Ese documento de trabajo prevé que "todas las instalaciones con potencia superior a 10 MW y aquellas con potencia inferior o igual a 10 MW pero que formen parte de una agrupación (...) cuya suma total de potencias sea mayor a 10 MW, deberán estar adscritas a un centro de control de generación, que actuará como interlocutor con el operador del sistema, remitiéndole la información en tiempo real de las instalaciones y haciendo que sus instrucciones sean ejecutadas con objeto de garantizar en todo momento la fiabilidad del sistema eléctrico".

En el caso de las islas, la exigencia será menor por la fragilidad del sistema. "En los sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares el límite de potencia anterior será de 1 MW para las instalaciones o agrupaciones", explica el documento.

De salir adelante, la nueva norma requerirá inversiones en sistemas de telemedida y de teledisparo, en la jerga del sector, para la conexión. En ese caso, el sector fotovoltaico pediría compensaciones económicas, explican desde ASIF.


Tomado del portal Cinco días de España.

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