Lo interesante de esta nota, más allá de las dificultades que hay en Paraguay por la construcción de esta linea, es conocer el primer paso práctico que se suele realizarse en la obra: el estudio de suelos.
No hay nada concreto aún del gobierno brasileño ni del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) sobre los US$ 450 millones para la financiación de la línea de 500 kV, pero la constructora Benito Roggio e Hijos se apresta a iniciar esta semana la obra del terraplenado para la subestación.
Mientras algunos operarios levantan muestras para el análisis de suelo, otros acondicionan el sitio, a la vera del camino a Falcón, para levantar el campamento. Esta semana, según el Ing. Carlos Vaché, tienen previsto iniciar la obra. “Ahora lo que estamos haciendo es remover el suelo para levantar muestras y preparar nuestro campamento de obra”, agregó.
Recordemos que la construcción del terraplenado fue adjudicada por Itaipú a la mencionada empresa a inicios del mes pasado por un total de G 31.313 millones, mediante una subasta pública.
Temen que no se haga
La falta de aprobación del desembolso de los fondos para la financiación de la obra provoca un temor generalizado en el sector eléctrico nacional porque la línea de 500 kV es de vital importancia para nuestro país, teniendo en cuenta que la capacidad de transmisión del sistema se ve superada por la alta demanda que aumenta en un 10% cada año.
La sobrecarga en las redes hace que las estaciones y subestaciones de la ANDE trabajen sobre el límite de su capacidad, provocando pestañeos, baja tensión y frecuentes cortes.
Así como están las cosas, dentro de tres años la situación será peor porque si las dos ternas de 220 kV (Acaray - Cnel. Oviedo), iniciadas en el 2007, no concluyen aún, la línea de 500 kV, hasta ahora con futuro incierto, tampoco concluirá en el tiempo estimado.
Tomado del diario ABC de Paraguay.
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