domingo, 18 de julio de 2010

Premian en EU a mexicanos por desarrollo de sensor que mide las microondas que liberan líquidos y sólidos

Las microondas no sólo sirven para calentar alimentos en un horno o para enlazar llamadas en teléfonos celulares. Este tipo de ondas electromagnéticas también sirven para conocer la composición de diferentes materiales, incluyendo materia orgánica.

Un pequeño sensor inventado en
Tonanzintla, Puebla, que permite medir la cantidad de microondas que liberan sólidos y líquidos, fue premiado en Estados Unidos por el Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (IEEE, por sus siglas en inglés).

Con esta herramienta es posible conocer la cantidad de azúcares presentes en un líquido, pero también cuánta humedad hay en materia sólida o las características químicas de un cultivo de bacterias.

Los creadores de este sensor son investigadores del
Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), y recibieron el primer lugar del concurso “Creatividad y originalidad en mediciones de microondas”, en el que participaron científicos de todo el mundo.

El premio lo entrega la
organización más importante a nivel internacional en estudio de microondas y elogió el proyecto mexicano, coordinado por el doctor Alonso Corona Chávez, porque “no hubo necesidad de usar el equipo más moderno o más caro sino una idea original para solucionar de manera creativa un problema de medición de microondas”.

El desarrollo mexicano fue presentado a competir en Anaheim, California, donde se llevó a cabo el Simposio Internacional de Microondas 2010, auspiciado por la IEEE. El triunfo del equipo del INAOE fue anunciado por Rashaunda Henderson y Francisco Falcone, organizadores del concurso. “Este sensor sirve para realizar mediciones de diferentes materiales y poder extraer diversas características a partir de sus propiedades electromagnéticas. Por ejemplo, sirve para medir la glucosa en líquidos, propiedades de cultivos biológicos, propiedades de humedad, entre otras cosas”, explicó el doctor Corona.

Este trabajo fue derivado del proyecto del Fondo Mixto Puebla bajo el nombre “Mediciones de propiedades de productos alimenticios con técnicas de microondas”. Los autores trabajan en el Grupo de Tecnologías Emergentes de Microondas. “Nuestro sensor tiene varias ventajas, ya que ofrece una gran miniaturización, mayor sensibilidad comparada con la tecnología convencional, además de ser fácilmente integrable en circuitos integrados”, añade Alonso Corona.

Según varios experimentos del
INAOE, que fueron presentados en California entre el 24 y el 27 de mayo, el sensor de este centro mexicano puede ser diez veces más pequeño que los sensores de guía de onda convencionales, además de tener más del doble de sensibilidad. Estas ventajas son especialmente atractivas en sistemas de sensado portátiles que requieren alta sensibilidad.

En la elaboración del proyecto
participaron varios integrantes del Grupo de Tecnologías Emergentes de Microondas del INAOE. El doctor Devata Venkata Bhyrava Murthy; el doctor José Luis Olvera; el Maestro en Ciencias Humberto Lobato Morales, coordinados por el doctor Alonso Corona Chávez, quien actualmente se encuentra trabajando como investigador visitante en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

El
INAOE fue fundado en 1971 y es el más antiguos de los 27 centros que integran la red de centros de investigación Conacyt. Es responsable de la construcción y operación del Gran Telescopio Milimétrico (GTM), que es el instrumento más poderoso del planeta para capturar y estudiar radiaciones procedentes del espacio. También en ese instituto opera el Laboratorio de Innovación en MEMS o Sistemas Micro-Electro-Mecánicos donde se elaboran dispositivos en dimensiones menores al grosor de un cabello, útiles para la industria automotriz, de telecomunicaciones y alimentos.

Tomado del diario
Crónica de
México.


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