domingo, 4 de abril de 2010

Argentina: Energía en las alturas



Este es un informe muy interesante publicado el año pasado en un diario argentino.

Es bastante probable que si a cualquier usuario se le pregunta qué significa “cambio de cadenas de aislación caperuza-badajo en LTM 33kV utilizando grúa con brazo no aislado”, la respuesta sea la mejor cara de desconcierto. Para los expertos, se trata de una operación de rutina que se realiza para reparar una línea de media tensión, sin cortar el suministro. Dicho en pocas palabras suena simple, aunque la tecnología y la capacitación para llegar a realizar semejante tarea minimizando los riesgos haya demandado varios años de desarrollo. Pero, además, en reunión de expertos, el tema fue merecedor de un premio.

Así lo explica el Ing. Daniel Cairol, autor -junto al Lic. Raúl Nicolini- del material que lleva el título mencionado, y que fue presentado y reconocido en el IV Congreso Internacional sobre Trabajos con Tensión y Seguridad en Transmisión y Distribución de energía eléctrica que se celebró en abril, en la ciudad de Buenos Aires.

Cairol es jefe de la Unidad de Mantenimiento de Líneas de Alta Tensión de la Zona Norte de la provincia, grupo de la Empresa Provincial de la Energía que se encarga de verificar y reparar las líneas aéreas de transmisión y que constituye -como él mismo explica- “el sistema troncal de la empresa”. Para él, “si no está operativa la red de 132.000 V., aguas abajo no existe nada”.

Dicho mantenimiento puede ser preventivo o correctivo -según el caso- y se hace con la técnica de trabajo con tensión, es decir que no se corta en ningún momento la energía: “mientras nosotros trabajamos, la gente sigue teniendo luz”.

Es que hoy es casi imposible sacar una línea de alta tensión del servicio para efectuar los mantenimientos. “De acuerdo a la programación nosotros estamos obligados a efectuar el pedido ante nuestro Centro de Control Operativo y a su vez éste debe transmitirlo a Cammesa -Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A.- para que lo autorice. Todos los trabajos con tensión y especialmente los sin tensión deben ser autorizados. Normalmente, hay que proceder en todos los casos a realizar los trabajos sin interrupciones”; caso contrario la empresa está penalizada por el ENRE ( Ente Regulador de la Electricidad) por salida de sus instalaciones. Hace ya 18 años que se trabaja con esta metodología porque sacar una línea de servicio implica dejar ciudades enteras sin suministro.

RIESGO, PERO NO PELIGRO

Entonces, puede ocurrir que mientras cualquier vecino esté en su casa encendiendo uno o todos los aparatos que requieren suministro eléctrico, una cuadrilla se encuentre cambiando “una cadena de aislación que está en curso de falla”, expresión técnica que permite resumir la acción que se desarrolla sobre una torre, a varios metros de altura -mínimo 21,5 m.- antes de que el daño avance. “Antes era más fácil; se sacaba todo de servicio, arreglábamos el problema y se restituía el suministro. Hoy las condiciones de calidad de servicio, la indisponibilidad de líneas y equipos y una creciente demanda social hace imposible operar fuera de servicio las instalaciones. Esto nos obligó a desarrollar trabajos que permiten hacer el mantenimiento a nuestras líneas de alta tensión, (132.000 V.), media tensión (33000 y 13200 V) y equipos de estaciones transformadoras mientras la gente sigue prendiendo y apagando la luz sin ningún problema”. Todo esto le reporta a la empresa mejor imagen ante sus clientes y una ganancia, ya que “por operar fuera de servicio, existen penalizaciones a lo que se suma la no venta de energía”.

Las imágenes que registran el trabajo de una de las cuadrillas son impactantes aunque quizá no sea frecuente observarlas en vivo y en directo. Las torres sobre las que operan no están normalmente bordeando rutas y en ocasiones es necesario ingresar una buena distancia campo adentro.

“No es un trabajo peligroso; se asumen riesgos más que nada por la altura a la que se trabaja: las estructuras de 33 Kv son las más bajas, pero las de 132 kV. superan los 21,5 metros. Para la ejecución de estos trabajos estamos reglados por el Reglamento para la Ejecución de Trabajos con Tensión en Instalaciones Eléctricas que forma parte de la Ley de Higiene y Seguridad Nacional; el trabajo con tensión está contenido dentro de esa ley. La Comisión Nº 21 de la Asociación Electrotécnica Argentina, es la redactora del reglamento donde participo como representante por la EPE”. Ese reglamento establece todas las condiciones de seguridad, de habilitación de personal , los métodos de trabajo y, a su vez, cómo y cuando debe “reciclarse” el personal. “La EPE -asegura el experto- está ajustada totalmente a esa reglamentación: si no, pueden aparecer factores de riesgo que pasan a constituirse en una tarea peligrosa”.

VENTAJAS DE LA ESPECIALIZACIÓN

No es la primera participación del grupo en congresos internacionales: en tres de los cuatro eventos realizados hasta ahora obtuvieron premios. El último fue por la evolución en el trabajo en líneas de 33 Kv. “Es el reemplazo total de cadenas de aislación en una línea de 33 mil voltios. con la ventaja de haber hecho modificaciones a los métodos clásicos, haber bajado la cantidad de operarios que intervienen y haber producido un 40 ó 50 % de atención más en la misma jornada".

Es decir que, si hacíamos 10 postes por día, hoy con esta técnica vamos a trabajar en 15 o 16, cuestión que aligera la tarea y reduce el cansancio de la gente”. Porque, por más entrenamiento que se tenga, “estar colgados con cintos sobre escaleras y en altura, cansa”. ¿De qué altura habla? De un mínimo de 15 metros hasta 60 que tienen las torres que cruzan a Paraná. “Hay que estar a esa altura”, reflexiona Cairol.

En la provincia, existen dos Unidades de Mantenimiento de Alta Tensión. El límite entre la zona sur y la zona norte -que atienden dos grupos diferentes de operarios con su respectivo jefe- está marcado por San Jorge y Arocena. En total son unos 2.400 kilómetros de líneas de alta tensión en todo el territorio santafesino. y 43 las personas que desarrollan esta actividad, que es -insiste Cairol- un trabajo como cualquier otro aunque lleva una constante especialización y capacitación que se realiza en la EPE.

Los operarios tienen diferentes habilitaciones de acuerdo a sus aptitudes y niveles de responsabilidad . El nivel 3 con el que se nomina al Jefe de Trabajo es el máximo y la persona que lo obtiene cuenta con la capacidad de analizar técnicamente y aplicar los métodos y procedimientos de operación, además debe tener la condición de ser “líder dentro de la cuadrilla”.

En todos estos años “la experiencia nos ha permitido buscar soluciones a los problemas para lograr una mejor atención en el menor plazo posible”, sostiene Cairol y apunta: “hay que estar disponible las 24 horas todos los días del año, salvo cuando estamos en vacaciones”. La programación de mantenimiento obliga a las cuadrillas a salir dos semanas de sus bases para atender el sistema, y durante dos semanas actúan cuidando el entorno de las ciudades. Además, se recorre todos los días en la ciudad de Santa Fe y Rosario el tendido de cables subterráneos de alta tensión para verificar que la construcción de alguna obra no afecte el servicio que prestan.

En el próximo congreso, que será en Salta en el año 2011, se expondrán nuevos trabajos y se intercambiarán experiencias con otras provincias y países, siempre con la consigna de superarse.

CONGRESO:

El IV Congreso Internacional sobre “Trabajos con Tensión y Seguridad en Transmisión y Distribución de Energía Eléctrica” se desarrolló en abril, en Buenos Aires. Se analizaron los avances en materia de nuevas tecnologías, sistemas robotizados, y métodos y herramientas de trabajo, y los procesos de selección y formación de las personas dedicadas a esta actividad. Se dio importancia a temas esenciales de los planes de seguridad y desarrollo de medidas preventivas de los riesgos laborales.

MÁS DATOS

En este encuentro participaron 231 expertos de Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, España, Hungría, Rumania, Uruguay y Argentina. En total se presentaron 69 trabajos técnicos. El próximo congreso se celebrará en Salta, en el año 2011.

VIENTOS Y VANDALISMO

Aún con todos los recaudos del caso y la aplicación de las técnicas más modernas, los apagones se producen -en la mayoría de los casos- por efecto de fuertes tormentas que derriban torres.

El último episodio fue en Villa Ocampo el año pasado. En ocasiones como esas, el suministro queda interrumpido; cuando esto ocurre “nosotros lo reponemos con un sistema de estructuras de armado rápido para emergencias y después se vuelve a la configuración original de la línea”.

En este punto, el Ing. Daniel Cairol aporta un dato llamativo: “las caídas de torres por tormentas han acontecido curiosamente en años pares”, aunque no encuentra una explicación para tal teoría.

Sin embargo, los fenómenos meteorológicos o algún imprevisto no son las únicas causas para que se produzca un inconveniente en líneas de alta tensión: otra razón es el vandalismo. Existen denuncias radicadas en distintos lugares de la provincia, “porque hay cosas que solas no se rompen”, y la cuestión preocupa.


Tomado del diario El Litoral de la provincia de Santa Fé (Argentina) y escrito por NANCY BALZA.

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