"La central de Zorita, cerrada en el 2006, se paró en mejor forma física que cuando arrancó hace treinta años; eso es un despilfarro energético y económico", asegura el presidente de la sociedad nuclear española Jose Emeterio Gutierrez (Foto).-¿Por qué ha surgido con tanta fuerza de nuevo el debate sobre esta energía?
-Por el cumplimiento de los compromisos medioambientales adquiridos en Kioto. En la energía se está buscando la competitividad, la garantía del suministro y la limpieza. Y quien mejor cumple estos parámetros es la nuclear. Ese debate se está produciendo en muchos países de la OCDE, menos en el nuestro.
-¿Por qué?
-Pues porque no es una prioridad del Gobierno; supongo que por una apuesta por las renovables. La gente debe saber que con esas energías no llega. Se trata de energías no almacenables e imprevisibles. Los gráficos de Red Eléctrica son muy claros; ha habido momentos en los que la eólica ha suministrado el 50% de la demanda, algo extraordinario, pero es que dos días después aportaba solo el 1%. Hace falta una energía de respaldo porque con las renovables solo no alcanza.
-Ese argumento resulta insuficiente para desactivar la animadversión social que hay hacia las centrales...
-La energía nuclear es fundamentalmente tecnología. Y eso es algo que al común de los ciudadanos le resulta muy difícil de entender. Cuando uno piensa en la hidráulica en seguida ve caer el agua de la presa; cuando se ven girar las palas de un aerogenerador se ve la mano del viento, pero nadie se imagina cómo funciona una central nuclear, es algo difícil de entender. Y eso crea incertidumbres.
-Quizás ustedes tendrían que mejorar su labor divulgativa...
-Sin duda. Y conviene desactivar algunos tópicos.
-¿Cómo cuáles?
-La energía nuclear se vincula al mundo militar. Y eso ha generado animadversiones. En realidad, el uso civil de la energía nuclear no tiene nada que ver con el militar, con la excepción de los orígenes. Eso también ha ocurrido con Internet, que nace en el mundo militar. Las centrales nucleares no tienen nada que ver con una bomba nuclear.
-¿Es esa asociación una consecuencia directa del desastre de Chernóbil?
-No lo sé. Las centrales son absolutamente seguras. En el mundo hay 450 funcionando con un valor medio de vida de entre 20 y 25 años; y realmente solo ha habido dos accidentes nucleares en usos civiles: Three Mile Island, en EE.UU., que no ocasionó casi ningún perjuicio; y Chernóbil, claro.
-¿Cuál es el nivel medio de vida de una central?
-Unos cuarenta años desde que se empiezan a diseñar, pero la realidad es que, a veces, duran más. Una vez que acaba su vida, se desmantela.
-Pero hay residuos tremendamente radiactivos que no son eliminables...
-El combustible irradiado contiene isótopos de muy larga vida. Pero eso pasa en la medicina nuclear y en otras industrias, y en metales contaminantes. En nuestro sector eso se puede almacenar en la propia central u optar por el almacenamiento centralizado, opción que ha tomado España acertadamente porque ese combustible será reutilizado. Es una opción eficiente y tremendamente segura. Esto no es ningún cementerio, como se ha dicho.
-Pero hay gente que se opone...
-Muchos ciudadanos tampoco quieren al lado de sus casas una gasolinera, ni un cementerio ni tampoco una cárcel. Se trata de polémicas que surgen del desconocimiento ciudadano. Y en eso tenemos culpa nosotros, que hablamos siempre en términos muy técnicos. Lo que está claro es que hay que satisfacer la demanda de energía y con las renovables no llega.
-¿Son suficientes las ocho centrales que operan actualmente en España?
-En el futuro vamos a necesitar satisfacer una mayor demanda de energía eléctrica que no podrá cubrirse con renovables. Necesitaremos nuevas nucleares en el 2030. Si no es así, estaremos ante una realidad muy preocupante porque querrá decir que habremos perdido el tren de la la competitividad, de la reindustrialización, del futuro. La energía nuclear es estable, predecible, bastante barata y, sobre todo, limpia. Prescindir de ella es un despilfarro que España no se debería permitir.
Tomado del diario La Voz de Galicia de España.
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