El fin de la era de los hidrocarburos plantea una oportunidad
enorme para la Argentina, que cuenta con empresas pioneras en el
aprovechamiento del viento para la creación de electricidad. Infobae.com recorrió un parque eólico local que se convirtió en un modelo a reproducir
El calentamiento global y la crisis cada vez más grave que
plantea el fin de la era de los hidrocarburos confirman que uno de los
principales desafíos para el mundo es identificar y explotar nuevas
fuentes de energía, que sean renovables y amigables con el medioambiente.
Ante ese escenario, la energía eólica se impone como una de las
alternativas más atractivas, siendo también económicamente viable, y el
territorio de la Argentina uno de los más beneficiados por los fuertes
vientos para emprender esa actividad.
En la actualidad funcionan alrededor de 13 parques eólicos en
seis provincias argentinas, según un informe de la Secretaría de
Energía de la Nación. Dicha publicación destaca que "las perspectivas
del país en materia de energía eólica son francamente alentadoras".
"Se estima que el potencial eólico patagónico al sur del paralelo 42
encierra una energía decenas de veces mayor al contenido en toda la
producción anual argentina de petróleo", afirman los cálculos
oficiales.
Industria Metalúrgica Pescarmona Sociedad Anónima (Impsa) es una
empresa argentina que se fundó en 1907 y desde aquella época creció y se
posicionó a nivel mundial, con importantes innovaciones en el sector
energético, fundamentalmente en la explotación de recursos hídricos y
eólicos.
"Es una de las pocas empresas capaces de hacer energía
hidroeléctrica, eólica y atómica. Podemos cubrir todo el espectro y
hacemos foco en la energía de alto valor agregado", resaltó el vicepresidente de Impsa, Francisco Rubén Valenti.
Con sus acciones en todo el mundo, la compañía ya logró concretar
proyectos energéticos que aportan hasta 43.000 megavatios. Al respecto,
Valenti, que también se desempeña como presidente de la división de
Impsa en Asia, agregó que actualmente la prioridad es "aportar soluciones al problema energético con energías renovables".
Uno de los proyectos más ambiciosos que desarrolla actualmente Impsa
es el de la creación de molinos para generar energía eléctrica. El
compromiso de sus ingenieros para elaborar diseños innovadores y "a
medida" permitió que la empresa se conozca como una de las pioneras en
el sector.
"La Argentina a nivel capacidad eólica es número 1 a nivel mundial", afirmó ante la consulta de Infobae.com Rubén Sánchez Perco, director comercial en América Latina de Impsa Wind.
Sin embargo, aclaró que ese potencial será promisorio en la medida que se den las condiciones, que detalló son "financiamiento" y capacidad para trasladar la energía desde los parques hacia la red de consumo.
Infobae.com visitó el Parque Eólico Arauco, que demandó una inversión de 240 millones de pesos y está ubicado a 20 kilómetros de la ciudad de Aimogasta, en La Rioja. Allí se instalaron 12 molinos que superan los 85 metros de altura y aportan 25 megavatios.
Sánchez Perco detalló que alrededor de 40 Pequeñas y Medianas
Empresas (PyMEs) integran el Cluster Eólico que se conformó para
instalar el Parque Araujo, que en una segunda etapa contempla la puesta
en marcha de otros 12 molinos.
"Un molino lo componen alrededor de 8.000 piezas diferentes. Impsa
ensambla esos componentes, los monta, los hace funcionar y garantiza ese
funcionamiento. Somos responsables de unir el trabajo de muchas PyMEs",
subrayó Sánchez Perco.
Impsa posee capacidad instalada para generar 70 aerogeneradores por
año, con diseño y tecnología propia. "Podemos aumentar la capacidad
industrial rápidamente. Estamos desarrollando en la planta del nordeste
de Brasil alrededor de 500 megas de generación eólica. Tenemos el Know how y estamos esperando las condiciones que tienen que ver con financiamiento y que haya una seguridad para la inversión", insistió.
Tomado del diario Infobae de Argentina.
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