Los paneles solares en el tejado de las
casas hacen que los propietarios dependan menos del suministro eléctrico
público y del gas. Sin embargo, también los inquilinos pueden producir
energía solar: existen módulos fotovoltaicos que se conectan a un simple
enchufe y que suministran la energía producida al hogar. Si el
inquilino cambia de casa, simplemente se puede llevar la instalación.
Estos
dispositivos están compuestos al menos de un módulo fotovoltaico. En el
mercado se pueden comprar módulos de unos 80 centímetros de ancho y
unos 160 centímetros de alto. Pesan poco menos de 20 kilogramos y tienen
una potencia máxima de 195 vatios.
Se pueden ubicar en el tejado,
en el jardín con un soporte y en los países del norte de Europa incluso
en el balcón. "Una solución interesante en estos lugares ya que suelen
estar orientados al sur", explica el asesor alemán en materia energética
Hans-Peter Schmitt. Para elegir el lugar de la mini instalación valen
los mismos criterios que para una instalación grande: cuanto mayor es la
exposición al sol más energía se genera. A su vez, a mayor altura en el
edificio, menos sombra recibe. Sin embargo, hay que asegurarse de que
la sujeción de la instalación es resistente: "No se debe subestimar el
efecto del viento".
Una pieza fundamental es el transformador, que
convierte la corriente continua producida en los paneles en corriente
alterna. La electricidad entra en el circuito eléctrico de la vivienda y
ya está lista para ser usada. Así se reduce el consumo de electricidad
proveniente de la red general y, por tanto, la factura que hay que
pagar.
Recaudos
"La
idea de poner a disposición de cualquier persona el uso de energía
solar con una instalación sencilla es muy interesante", opina Ralf
Haselhuhn, experto en fotovoltaica de la Asociación Alemana de Energía
Solar. Sin embargo, si el consumidor compra una de las mini
instalaciones que actualmente se venden en el mercado y la conecta a la
red doméstica sin más, ocasionaría problemas técnicos y de seguridad",
advierte el especialista.
Por ejemplo, puede ocurrir que los
fusibles de la casa no aguanten la sobrecarga de corriente cuando se
conecta a la red una fuente de energía, advierte el especialista en
electrotecnia Walter Börmann. Normalmente, el fusible reacciona cuando
la intensidad de la corriente proveniente de la red pública supera los
16 amperios. Sin embargo, el fusible no cubre una corriente adicional
generada por la pequeña instalación fotovoltaica añadida. "Por esta
razón, al conectarse el módulo a la red se puede producir una sobrecarga
en el circuito eléctrico que podría ocasionar un incendio", explica
Börmann.
Haselhuhn señala una solución: hay que repartir la carga
que tiene que soportar el fusible. El circuito eléctrico se protege con
diez amperios y al transformador de la instalación fotovoltaica hay que
dotarlo de un fusible de seis amperios a través de una subdistribución.
De esta manera, la corriente eléctrica total no puede exceder los 16
amperios.
Otro problema de seguridad son las corrientes
residuales. Por ejemplo, si se quema una tostadora de pan, la corriente
fluye hacia alguna parte y se pierde. En ese caso, cuando se toca algún
aparato eléctrico, uno corre el riesgo de recibir una descarga eléctrica
posiblemente mortal. Para evitar este peligro, en muchos países es
obligatoria la incorporación de interruptores diferenciales en todos los
circuitos eléctricos con enchufes.
"El disyuntor está diseñado
para fuentes de corriente alterna", explica el experto en electrotecnia
Bernd Dechert. Si el diferencial detecta una corriente residual, corta
el circuito eléctrico. "Ahora, si una instalación fotovoltaica alimenta
directamente como segunda fuente de corriente alterna el circuito final,
se produce una sobrecarga ante la cual ya no está garantizada el buen
funcionamiento del interruptor diferencial".
Pruebas
La
instalación fotovoltaica incluso puede ser peligrosa cuando no está en
funcionamiento. "Algunas pruebas aisladas han demostrado que después de
desenchufar el conector, este todavía puede registrar durante algunos
segundos una tensión eléctrica de hasta 200 voltios", dice Dechert. "Si
toco durante esos segundos uno de los contactos de metal descubiertos,
es posible que reciba una descarga eléctrica mortal". Y todos los
segmentos del circuito eléctrico alternan más rápidamente la frecuencia
de onda eléctrica a causa de la prolongada carga elevada, lo que puede
originar un fuego latente.
"Como consecuencia de todo esto, existe
una gran incertidumbre entre todas las personas involucradas en la
instalación y el uso de un módulo fotovoltaico", dice Haselhuhn. Hay una
fuerte discusión entre empresas y expertos y el consumidor no sabe a
qué atenerse. El experto aconseja al comprador de un módulo fotovoltaico
que siempre busque la ayuda de un especialista para tener una
instalación correcta. Aun así, en ciertas circunstancias pueden surgir
peligros durante o después de la instalación que ni siquiera un experto
puede descartar al cien por cien, admite Dechert. (DPA)
Tomado del diario Río Negro de Argentina.
2 comentarios:
En dolares cuanto saldría la instalacion
Muchas gracias, la verdad es que esta muy bien explicado. Nosotros también escribimos a veces sobre los paneles solares y nos ha gustado mucho tu info. Por si te interesa visitarnos:
http://www.lospanelessolares.net/instalacion-de-paneles-solares/
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