La era posterior a los subsidios energéticos llegó medio “de prepo” a la Argentina y si bien las energías sustentables ya venían marcando un camino previo, según los especialistas, en un futuro inmediato se abre un abanico concreto de aplicación en el ámbito público y privado.
El ahorro de hasta un 70%, que incide de manera directa en el bolsillo de los consumidores, y la posibilidad de contribuir con el cuidado ambiental, son dos alicientes básicos a la hora de hablar de un cambio de hábito hacia un nuevo concepto que tiene que ver con nutrirnos del mismísimo Sol.
Ayer, los mendocinos se sorprendieron con la puesta en escena de la primera edición del evento denominado "Mendoza Solar", que tuvo como objetivo difundir en la comunidad distintas tecnologías existentes para el aprovechamiento de la energía solar, así como su disponibilidad en el ámbito local y sus posibles aplicaciones prácticas.
En ese marco, donde se expusieron distintos equipos de energía solar que se pueden aplicar fácilmente en hogares, empresas y oficinas públicas, Los Andes planteó a los especialistas que disertaron en cada uno de los paneles de debate el panorama que se abre para el sector a partir de decisión política de quitar progresivamente los subsidios a los servicios básicos de luz, agua y gas.
“Antes que nada pensemos que a los sectores vulnerables no se les quitará el subsidio. De todas formas, para nosotros se había transformado en una barrera. Entonces la idea es que entre todos los actores comencemos a generar lo que llamamos soberanía energética. A partir de la medida, nuestro sector se favorece porque se va a impulsar muchísimo el uso de esta tecnología denominada solar-térmica”, aseguró Gustavo Gil, coordinador de Energías Renovables y a cargo del Programa de Industria de Servicio y Ambiente a nivel nacional en el INTI.
Mientras tanto, Sebastián Pérez, gerente de producción de la empresa Energe, firma que diseña, construye e instala equipos solares para aprovechamiento térmico en Mendoza, dijo que el cambio de mentalidad en la sociedad comenzó hace mucho, aunque la era post subsidio abre el camino hacia el ahorro, el cuidado del ambiente y la rentabilidad, cuestiones que antes de la medida del gobierno nacional aparecían como impedimentos lógicos para los usuarios.
“Desde hace una semana que venimos recibiendo muchas más consultas acerca de nuestros productos, incluso de industrias que tienen grandes consumos de gas y pagan hasta 15 centavos el metro cúbico. Y si a este aspecto le sumamos que las tecnologías que proponemos son de un corte no contaminante, ya que evitan la emisión de dióxido de carbono al medio ambiente, entonces pensamos que el cambio radical puede darse en los próximos años”, afirmó Gil.
Sin ir más lejos, los organizadores de “Mendoza Solar” se sorprendieron gratamente por la cantidad de empresas y particulares que pretendían sumarse a la iniciativa de presentar en sociedad equipos que, además de ahorrar energía, colaboran con el cuidado del planeta.
“No esperábamos esta convocatoria de gente, y mucho menos los llamados de varios emprendedores del sector, que quisieron colaborar y participar de alguna manera en el evento”, manifestó Fernando Páez Yáñez, parte de la organización del evento y miembro del Instituto de Energía de la UNCuyo.
Pros y contras
Ernesto Albornoz lució orgulloso ayer dos de los productos que fabricó con sus propias manos. Uno es un horno solar; el otro un calefón para calentar agua, que también se nutre del sol.
El primero “levanta” 180 grados y en él se puede cocinar desde una pizza, hasta un chivo; gracias al segundo, que tiene una capacidad de 150 litros, se obtienen hasta tres tanques de agua por día.
La tecnología solar, que genera energía sustentable, es -según los especialistas- de fácil adaptación a las condiciones climáticas y muy flexible a la arquitectura de cualquier espacio.
Su única diferencia con los aparatos que hoy se usan en las viviendas comunes es el ahorro de energía. Sin embargo, el elevado costo inicial de la mayoría de los equipos que funcionan a partir del sol, la falta de un empujón oficial en cuanto a subsidios a la fabricación, y la ausencia de financiamiento para los consumidores comunes, son los aspectos negativos que explican por qué hoy la gran mayoría de los hogares no cuentan con este tipo de tecnología.
“En principio digamos que no se puede comparar la tecnología que estamos promoviendo con la que hoy se usa. Es que no se puede reemplazar una con otra, porque por condiciones climáticas y horas sol, el uso de la energía solar tiene un límite de cobertura de un 70%, entonces se complementan. Sin embargo, la fuerte inversión inicial puede aliviarse para todos los actores si existieran subsidios a los fabricantes y facilidades de compra para los usuarios”, aclaró Gustavo Gil.
Por su parte, desde Enarge, su presidente aseguró que los 8 mil pesos (1900 dolares aprox) que cuesta un sistema compacto integral de abastecimiento de energía solar para una vivienda normal “no sólo genera un enorme ahorro en el consumo. Desde nuestra firma nos nutrimos de unas 38 pymes locales, es decir, se genera mucho más trabajo”.
Tomado del diario Los Andes de Mendoza (Argentina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario