Construido con autopartes, piezas de bicicletas y otros desechos, el molino -que tiene tres metros de diámetro y funciona en 16 entre 64 y 65- apenas genera por ahora lo suficiente para mantener encendida una lámpara pequeña. Pero aún así resulta ventajoso si se tiene en cuenta que "fue hecho con objetos encontrados en la calle y a los que la gente no le da ningún valor", explica Horacio Beláustegui, el presidente de la Fundación.
"Todos las cosas tienen una segunda vida útil, muchas veces insospechada", dice Etienne Plante, tras haber pasado dos meses rastreando en las calles de la Ciudad los materiales para construir el aerogenerador. Estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad de Sherbrooke, Canadá, desde donde llegó para realizar una pasantía en Biósfera, reconoce sin embargo que no hubiera podido reunir todas la piezas sin la ayuda de vecinos.
"Toma mucho tiempo dar con los materiales al azar; por eso tuve que empezar a preguntarle a la gente qué objetos de descarte podía donarme. De hecho, una de las piezas centrales, el eje de las aspas, fue construido a partir de la maza y la estrella de una bicicleta rota que me dieron en el Centro Cultural Olga Vásquez", cuenta Etienne.
Por lo demás, basta observar de cerca el aerogenerador para descubrir la heterogeneidad de sus componentes: un fragmento de la suspensión de auto funciona como el chasis de la turbina, el timón de la veleta parece fabricado con un pedazo de mesa; su soporte tiene todo el aspecto de haber sido alguna vez una reja y la cubierta del motor ("un motorcito de limpia parabrisas", aclara Etienne) proviene de un bidón de agua.
"Es un modelo muy simple; casi cualquiera podría construirlo con un poco de trabajo. Es cierto que no genera demasiado, pero es porque se trata de un modelo experimental que tal vez se mejore en una segunda etapa", dice.
Además, su finalidad principal parece ser otra: "queríamos mostrarle a la gente el valor que tienen muchos de los objetos que tiramos y recordarle que es posible valerse de fuentes de energía limpias. Porque por mínimos que sean, molinos como éste contribuyen a reducir el impacto sobre el ambiente que genera hoy nuestra forma de vida", sostiene Etienne.
Tomado del diario El Día de la ciudad de La Plata, Buenos Aires (Argentina). Para ver las características del aerogenerador de la nota agrandar con dos click la segunda imagen del post.
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